Neuropatía periférica y úlceras del pie diabético
¿Qué es la neuropatía periférica?
Una de las principales complicaciones asociadas con la diabetes es la neuropatía periférica. Este proceso de daño a los nervios se lleva a cabo gradualmente después de muchos años de tener diabetes y niveles de azúcar en la sangre descontrolados. La afección afecta los nervios sensoriales, motores y autónomos del cuerpo. La fuerza muscular y el equilibrio disminuyen con las neuropatías motoras. Mientras que las neuropatías autonómicas se manifiestan como pérdida de cabello y glándulas sudoríparas disfuncionales en las extremidades inferiores y pueden presentarse como disfunción eréctil en casos muy avanzados. Los déficits sensoriales, que incluyen entumecimiento, hormigueo o incluso dolor, son a menudo los primeros síntomas que se desarrollan. Muchas personas que están desarrollando la afección pueden no notar la aparición gradual de los síntomas. Los diabéticos pueden no darse cuenta de estos cambios graduales hasta que su médico les informe que tienen la afección. Algunos pueden experimentar dolores punzantes en los pies que empeoran por la noche, lo que dificulta el sueño.
La falta de sensibilidad en la extremidad inferior puede ser muy peligrosa porque aumenta el riesgo de desarrollar llagas, heridas abiertas y úlceras en los pies. Si la herida se infecta, existe la posibilidad de que la infección se propague y sea necesaria la amputación de la extremidad afectada si no se trata a tiempo. Perder una extremidad se convierte en una gran carga para los pacientes en sus actividades diarias y agrega costos adicionales a su atención médica. Por ello, se recomienda realizar anualmente un examen completo de los pies a todos los diabéticos.
El debilitamiento muscular asociado con la neuropatía motora actúa como un perjuicio adicional porque puede conducir al desarrollo de deformidades en los pies, como dedos en martillo, juanetes o limitación del movimiento en las articulaciones de las extremidades inferiores. Estas deformidades pueden rozar el calzado y causar lesiones en la piel. Junto con un pie entumecido, estas deformidades aumentan el riesgo del paciente de desarrollar heridas en los pies.
Examen de los pies El examen físico implica una revisión exhaustiva de la salud de la piel, el suministro de sangre, los nervios y la fuerza muscular de la extremidad inferior. La piel se evalúa para el crecimiento del cabello, cualquier decoloración y heridas. Los diabéticos tienen un mayor riesgo de desarrollar un riego sanguíneo deficiente, también conocido como enfermedad vascular periférica. Esto, a su vez, aumenta en gran medida el riesgo de contraer una infección peligrosa y heridas en los pies que no son punzantes. La parte neurológica del examen consiste en medir la capacidad del paciente para sentir una pequeña fibra flexible debajo de los pies con los ojos cerrados. Pruebas adicionales evalúan su capacidad para detectar la sensación vibratoria. Es posible que los pacientes que desarrollan neuropatía periférica no puedan decirle al médico cuando se les toca la planta de los pies con un monofilamento. Estos pacientes tienen un mayor riesgo de desarrollar heridas en los pies que pasan desapercibidas.
Heridas del pie diabético: ¿cómo se tratan? Los traumatismos repetitivos en el pie conducen al desarrollo de un callo duro, lo que aumenta la presión sobre el pie cuando el paciente camina. La persona con el pie entumecido continúa ejerciendo presión sobre el callo, lo que forma una herida más profunda que posteriormente puede provocar una infección. Una úlcera se desarrolla cuando se produce una ruptura de la piel. La profundidad de la herida juega un papel importante en la gravedad de la infección y en cómo se puede controlar. Un borde de callo suele rodear la herida. Una vez que la herida se infecta, el pie puede enrojecerse, perder líquido y tener mal olor. A medida que avanza la infección, la herida puede filtrar un líquido espeso de color amarillo. Es importante que el callo y cualquier herida se evalúen médicamente y se inicie el tratamiento médico adecuado lo antes posible. El tratamiento inicial consiste en desbridar la herida para eliminar cualquier tejido muerto que lo cubra con el fin de exponer el tejido sano subyacente en la herida. También se elimina cualquier callo que rodee la herida. Se obtiene un cultivo para averiguar qué bacterias están involucradas en la infección para poder iniciar la terapia médica adecuada con antibióticos. La terapia de heridas con presión negativa, en algunos casos, se puede usar una pequeña aspiradora sobre la herida para acelerar el proceso de curación. Algunas de estas úlceras infectadas pueden requerir antibióticos intervenidos y hospitalización.
Además de los antibióticos y el desbridamiento, se debe reducir o eliminar la presión del zapato y del suelo para permitir que la herida cicatrice. La presión de descarga de la vista de la herida se logra de muchas maneras. A veces se necesita una silla de ruedas o muletas para quitar completamente el peso del pie. Una plantilla ortopédica o de calzado con áreas recortadas debajo de la herida puede reducir la presión para que no cause daño adicional. También hay muchos otros aparatos ortopédicos para tobillo y pie y yesos que eliminan la presión del pie. Uno de estos aparatos ortopédicos es el Bledso Boot. Esta bota tiene una capa de espuma automoldeable en la planta del pie, lo que reduce la presión sobre la herida. También evita el movimiento en el tobillo, por lo que reduce la fricción que puede provocar la ruptura del tejido. Otro tipo de dispositivo hecho para eliminar la presión de la parte inferior del pie se llama Toad Brace. Este aparato está moldeado para ajustarse y sujetarse alrededor de la parte superior de la parte inferior de la pierna y la rodilla. Esta construcción hace flotar el pie del suelo y descarga completamente la parte inferior del pie. Después de que cicatrice la herida, será necesario utilizar una ortesis de descarga y un calzado diseñado para adaptarse a esta suela interior.
Si tiene neuropatía periférica, es importante revisar sus pies diariamente para ver si tiene heridas. Las áreas de los pies que reciben mucha presión pueden desarrollar callos, lo que aumenta el riesgo de que se forme una herida en esa área. Busque ayuda temprana de su médico para que pueda comenzar un régimen de tratamiento adecuado. Una herida que es profunda y no cicatriza genera más complicaciones, como una infección ósea o sistémica. El desprecio por la condición de sus pies, especialmente si es diabético, puede conducir a la pérdida de una extremidad.
Neuropatía periférica y úlceras del pie diabético