Causas del recuento bajo de glóbulos blancos
La sangre que fluye por nuestras venas y arterias es un tejido conectivo, pero en forma líquida. Este líquido está compuesto por varios tipos de células y plasma. La sangre juega un papel vital en el que se encarga de transportar nutrientes y oxígeno a los diferentes órganos del cuerpo. Además, también protege al cuerpo de partículas extrañas e infecciones.
La sangre está formada por tres tipos de células, a saber, glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Son los glóbulos blancos (WBC) los responsables de combatir las infecciones y la invasión de partículas extrañas. También se les conoce como leucocitos. Los glóbulos blancos se componen además de granulocitos y agranulocitos.
En una persona sin problemas de salud, el recuento típico de leucocitos oscila entre 4.000 mm3 y 10.000 mm3. Sin embargo, los glóbulos blancos no tienen una vida muy larga y mueren en un lapso de unos pocos días o semanas. Sin embargo, su papel como primera línea de defensa del sistema inmunológico no puede verse socavado.
Si la cantidad de glóbulos blancos aumenta exponencialmente, se dice que la persona tiene leucemia, que es un tipo de cáncer de la sangre. Por otro lado, si el recuento de células disminuye, se dice que la persona tiene leucopenia. Hay varias razones por las que ocurre la leucopenia en una persona. Todas las causas están relacionadas con la medicina, como anemia aplásica, lupus, tratamiento del cáncer, enfermedad hepática, enfermedad relacionada con el bazo, deficiencia de cobre y zinc y enfermedad autoinmune. Incluso el uso de antibióticos o ciertos tipos de inmunosupresores puede provocar un recuento bajo de glóbulos blancos. En ocasiones, es posible que los médicos no puedan averiguar la causa exacta de la disminución en el recuento de glóbulos blancos.
Una persona que sufre de recuento de leucocitos bajo será propensa a diferentes tipos de infección, especialmente en el tracto digestivo y la vejiga. Además, sufrirá llagas en la boca o en las encías, dolor de garganta, tos, resfriados, dolores de cabeza y estornudos.
Si a una persona se le diagnostica un recuento de leucocitos bajo, se le administrarán medicamentos para estimular la médula ósea para que produzca más leucocitos. Estos medicamentos se conocen como factores de crecimiento. Además, a la persona se le recetarán antibióticos para controlar la infección y se le recomendará que consuma una dieta nutritiva que contenga la cantidad necesaria de vitaminas y minerales.